
13 de enero. En París, con Leila, aprovechando que es domingo para almorzar en un pequeño restaurante italiano. Un mozo se queja en italiano de que los franceses almuerzan demasiado tarde. Luego cambia al francés y su tono de voz se vuelve amable. Lo cierto es que ya es tarde para programas culturales. Cambiamos una visita al museo etnográfico por un té marroquí en su casa hasta que se hace la hora de volverme a Madrid. Ya en el aeropuerto nos cruzamos con Jesús y con Carmen, a punto de subirse al mismo avión. Terminamos sentados uno al lado del otro, pero apenas cruzamos dos palabras antes de cabecear sobre el asiento y dormitar hasta que el avión empezase a perder altura.
17 de enero. En Madrid. Finalmente mi familia se conectó a skype y probamos la primer teleconferencia/chat familiar con seis personas hablando al mismo tiempo. Vicky prueba el teclado que le regalaron en su cumple y hasta se pone a cantar en ingles. Finalmente skype da problemas. Ya probaremos con gizmo o con otro programa supuestamente mejor.
19 de enero. En Valencia. Me encuentro con la novia de mi hermano a la salida de la catedral mientras que tres amigos napolitanos me esperan en el Oceanografic. Una señora me pregunta en valenciano si unas escaleras conducen al estacionamiento. Me giro de espaldas y veo a los napolitanos que yacen al sol como lagartijas a la hora de la siesta, entre uno de los acuarios y la jaula de los pájaros. Dejamos el Oceanografic y vamos a la rambla. Nos cruzamos con dos chicas en bikini en pleno invierno. Escandinavas tal vez? Se está bien para caminar por la playa hasta el anochecer. Cenamos paella en El Romeral, donde el mozo nos explica que ese tradicional plato valenciano se solía cocinar con topos.
22 de enero. Me pregunto cuándo tendré tiempo de ordenar mis cosas. Llego tarde a casa, me preparo la cena hasta que es aun mas tarde, y me entero de que mañana, después de un seminario que ya empieza tarde, tengo una cena en casa de amigos. El próximo jueves llegare' a casa mas temprano, a eso de las 22:30, y tendré algo de tiempo para poner un par de mudas de ropa en mi mochila y de plancharme un par de camisas. El viernes me voy a Barcelona con Leila.
Foto: L'Hemisfèric, Valencia