Sin trabajo y sin compañeros de piso, vuelvo a la vida nómada.
Da un poco de pena desmontar una casa, aunque por suerte no tengo muebles ni grandes cosas para llevarme. Le he dejado un colchón a Noemí, le he vendido mi equipo de música a Jesús y algunos utensillos de cocina a amigos de tango y ex colegas de trabajo. He donado una aspiradora, dos ventiladores, botes y otras cosas.
Sigo teniendo demasiadas cosas para cargar de un lado para otro. Si tan solo pudiera donar unas tres valijas....
Mi ex coinquilina Noemí también anda de gitana. Nos sumamos a los ciudadanos sin domicilio fijo, hasta que se dignen a bajar el precio de los alquileres.
1 comentario:
si no supiera que al día sigiuiente cenabas rodaballo al horno con setas y espárragos en reducción de cítricos.... leyendo este post me darías mucha penita :)
Publicar un comentario