



Al final me fui de Eslovaquia mas que satisfecho. Encontre' gente amable, lindas montañas y bosques, precios razonables, buen hospedaje y buena comida. Leboca me encanto', el castillo de Spis tambien fue interesante y en Kosice, pese a perderme el micro, me entretuve imprimiendo algunas fotos y hablando con la gente del local. A diferencia de en Rep. Checa, encontre' mucha mas gente que hable ingles.
Ya en Hungria me siento mas en el tercer mundo. Los que controlan los tickets en el tren siguen siendo tan coimeros como antes. En las agencias de cambio hay que tener cuidado para que no te estafen. Y para colmo hablan la unica lengua que el diablo respeta.
Mi guia local en esta ciudad es Ferenc, un rumano de familia hungara que administra este lbergue en el centro de Budapest. Me dice que a los hungaros de Transilvania les hacen practicamente pagar por la ciudadania: tienen que comprar una propiedad en Hungria, administrar un negocio rentable y mantener un padron de vida razonable por algunos años para que el gobierno hungaro los reconozca como ciudadanos. Parece que en un referendum los hungaros deicidieron mantener la restriccion para el acceso a la ciudadania a los 3 millones de hungaros que quedaron del lado rumano al terminar la segunda guerra...
Budapest esta' bastante vacia, coimo era de esperar durante un fin de semana a fines de agosto. De cualquier manera, se camina bien, hay bastantes turistas dando vueltas, los restaurantes tienen buena atencion y la ciudad es muy fotogenica.
El martes prosigo con mi marcha hacia el sur. Proxima parada: Zagreb (tal vez...).