
El trekking es un poco como el golf: un deporte de precisión. Si uno le erra al sendero, la cosa se hace larga. Por este parque los senderos están bien marcados hasta que dejan de estarlo. Por suerte mi mapa desactualizado sirvió al menos para encontrar un camino de vuelta a Saariselkä fuera de los senderos.
El sol no sirve como referencia porque da una vuelta demasiado larga: de noreste al noroeste. Al menos a las 13 uno tiene la seguridad que estaá exactamente al sur.
Los ríos y las colinas son mejores referencias. Al menos el tiempo fue excelente y el camino fue muy agradable. Llegué a destino a las 18, después de haber hecho 24 km de campo traviesa. Cené, pagué un cuarto, me duché y dormí profundamente pese a la luz nocturna.
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