viernes, 13 de abril de 2007

Primeras impresiones de los tibetanos

13 de abril. Acabo de terminar mi primer leccion de cocina tibetana: he aprendido a preparar thengthuk y thugpa. La base es la misma: verduras reahogadas, agua, especias ligeras (cardamomo, anis y canela) y pasta fresca. Todavia no me ha enseคado a preparar mi plato favorito, que es el momo de cordero: una especie de niคos envueltos rellenos de cordero con cebolla y verduras servidos en una sopa de verduras. La comida no es ni salada ni picante. Mi estomago lo agradece.
Finalmente encuentro un lugar realmente tranquilo desde que deje' la granja organica en Rajasthan. Los tibetanos me han causado una muy buena impresion. Para empezar, no estan a los gritos llamandome "venga amigo, pase a ver mi negocio!" como hacen casi todos los vendedores en la India. No se la pasan preguntando de donde uno viene, hacia donde uno va, en que hotel esta' hospedado y otra sarta de cuestiones personales. Los articulos a la venta ya incluyen el precio, asi que uno no tiene que regatear sin tener una idea de cuanto cuesta. Es mas, no se necesita regatear. Los precios son justos. Y si uno sale sin comprar nada, no insisten ni miran con mala cara.
Ademas no gritan. Son amables y pueden hablar del largo viaje que hicieron para escapar de Tibet, esquivando los disparos de los soldados chinos y sin probar comida por 6 dias con la misma tranquilidad con la que podrian hablar de futbol. Miento, cuando hablan de futbol se les nota un cierto entusiasmo. Y que hablen de futbol en vez de criquet ya me hace sentirlos como muchachos del barrio.
Por las calles de McLeod Ganj, la aldea con nombre de highlander donde el Dalai Lama reside y dicta charlas, se ofrecen cursos de cocina, masajes, yoga, lengua tibetana, meditacion, auto-ayuda, acupuntura, astrologia, musica y otras artes. Hay para entretenerse. Y si no es por los cursos, basta despertarse y observar a los picos nevados que araคan los 5000 metros de altura, o caminar por el bosque hasta una cascada cercana, o ver el cielo estrellado desde el balcon de mi departamento.
A la hora de la cena, veo un tibetano con sus vestimentas de monje sentado junto a otro tibetano con un polar Patagonia, jeans y una camara digital en la mano. En un restaurante autodenominado italiano, dos tibetanas en remera y jeans toman los pedidos de pizza napolitana y lasagna di melanzane.
La vestimenta tradicional tibetana rehuye de los colores chillones y calidos de los saris indios. Prefiere los tonos frios, mas acordes con el clima de alta montaคa.
Sus rostros tienen rasgos muy marcados. Se asemejan en algo a los bolivianos o peruanos de la sierra por los pomulos salientes, o veces a los chilotes por las mejillas a coloradas. Si tan solo tuviera mi camara de fotos para retratarlos....

2 comentarios:

Alex dijo...

ciao fernando, spero tutto bene, divertiti un abbraccio, alex

ReJunte - Lá e Cá em: A Candangolândia dijo...

poe nosso brogue aí também vai?
www.rejunte05.blogspot.com

Ciao!