No encuentro mi ticket para subirme al tren que ya ha llegado a la estación. Lo busco con calma, dando al tren por perdido. Pero el tren no se mueve, como si me esperase.
15 segundos después encuentro el ticket, me subo al vagón con calma, y recién entonces el tren parte. Otra noche que llego temprano a casa.
En casa me encuentro con una amiga de Toscana, que volvió de Buenos Aires apasionada por el tango y por toda la gente que conoció en unos pocos días. Ahora se pregunta qué puede inventar para vivir en Buenos Aires. Ciudad fantástica salvo por las noticias poco alentadoras que uno lee en diarios, emails, blogs y otros medios de (des)información.
Una amiga sueca, Helena, pensó en algún momento ir a Argentina a aprender español y hacer voluntariado. Hoy me acaba de escribir que está en Liberia trabajando para una ONG noruega. Se me hace que una villa del conurbano bonaerense debe ser un lujo en comparación con Liberia, pero puedo estar equivocado.
Un amigo argentino, Christián, piensa a largo plazo, y planea ser elegido presidente de Argentina en las elecciones del 2043. Puede que lo consiga. Mientras tanto, nos entretenemos en algún bar de tapas con hipotéticas estrategias para ganar experiencia, contactos, dinero y otras cosas que suelen ser de utilidad para este tipo de aventuras.
Lo de la granja orgánica en Argentina puede que sea una buena idea, no exactamente para hacer una carrera política, sino para convertirse en un humilde emprendedor. Produciría tomates, que hace un tiempo se cotizaban en Argentina a precio de oro. Un compañero entrerriano estaría incursionando en el tema, aunque otras voces dicen que este muchacho largaría todo para trabajar como parrillero en Europa central y conocer chicas eslavas con buenos atributos.
Pero no estaría mal eso de darse una vuelta por Argentina a observar el ambiente con los propios ojos. Aunque mi vista no sea la mejor.
Una buena razón para ir es que uno de mis mejores amigos va a ser padre. Supongo que necesitará apoyo moral cuando le caiga la ficha y diga: "Soy padre. Eh... y ahora qué hago?".
En verdad ni estoy muy seguro de que vaya a ser padre. Es todo una gran suposición. Apenas me dijo que me prepare porque en septiembre voy a ser tío. Como ninguna de mis hermanas está embarazada, supongo que se refería a su mujer.
1 comentario:
Me gusto mucho este post. Ya sea viajera, migrante, inmigrante o emigrada, la nostagia es insoslayable: un sabor, un aroma, una melodia, o un recuerdo. Yo me quedo con lo mejor de dos mundos en esto que he dado en llamar living la vida bilingual.
Gracias por las palabras y las imagenes!
Living la Vida Bilingual
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