
Dijo un amigo esloveno y tenia razon. El transporte publico em Eslovenia nos limita bastante asi que a la vuelta de las montanas decidimos alquilar un auto.
Para volver de Kamniske Alpe a Ljubljana sin embargo tuvimos bastante suerte. Bajamos de el refugio de Ceska Koca despues de usar finalmente el kit de via ferrata y de refrescarnos con una buena lluvia estival.
El bus a Kranj salio una hora mas tarde. Ya en Kranj, tuvimos que caminar hasta una punta de la ciudad para conseguir un cajero automatico que aceptara tarjetas internacionales y de vuelta hasta otra punta para llegar a la estacion de tren. Al parecer no dejaron que el trazado del ferrocarril disturbara a la gente y por eso pasa a 3 km del centro.
Apenas llegamos a la estacion llego el tren en direccion a Ljubljana, y en Ljubljana apenas esperamos 2' para tomar el bus a Gameljne, donde vive Gabriel.
Vimos la final Italia-Francia en un televisor que Gabriel encontro' en la calle. Digamos que la imagen no era exactamente la de una TV a plasma. El 11 de julio alquilamos finalmente un auto y dimos la vuelta a Eslovenia en 2 dias.
Por mas que Eslovenia sea un pais pequeno y que las autopistas sean buenas, ir de una punta a otra lleva a su tiempo. Visitamos la gruta de Jama Pekel, el castillo e Celje, el de Steinberg, la basilica de Ptujska Gora (
www.ptujska-gora.si), el viejo burgo medieval de Ptuj, los vinedos cerca de Jeruzalem y la catedral evangelica de Morska Sobota. Hacia calor, la luna llena era roja y en la radio pasaban noticias en esloveno, aleman, croata y hungaro. Zona de vino blanco y de colinas bajas. A la manana siguiente continuamos hasta Maribor y bordeamos el Drava hasta Austria.
Klagenfurt (Celoviec para los eslovenos) y el sur de Carintia era una region eslovena. Despues de la primera guerra mundial decidieron si querian quedarse en Austria o unirse al recien formado reino de los eslovenos, croatas y serbios, un invento posteriormente conocido como Yugoslavia. Los austriacos apostaron al miedo a los serbios: prefieren el mal conocido (los patrones austriacos) o el mal por conocer (los patrones serbios)? Optaron por lo conocido.
De vuelta en las montanas eslovenas, fuimos por el paso construido por los prisioneros rusos en la primera guerra mundial para abastecer a las tropas austriacas en el frente de Soča (Isonzo para los italianos). 10.000 soldados rusos tardaron unos 3 anos en terminarlo. Pocos sobrevivieron. Una capilla rusa construida en madera sirve para recordarlos.
Pasamos por Kobarid (Caporetto para los italianos) y cenamos pizza en Trieste (Trst para los eslovenos). De todas las ciudades que visitamos, me quedo con la ultima. Al fin y al cabo la sangre tira.
Foto: Castillo de Celje, 10 de julio de 2006