
15 de septiembre. A las 5 y media de la matina me despierta las llamadas desde un minarete vecino. Hora de rezar. Al menos el tipo tiene buena voz.
Es cierto que se ven bastantes mujeres cubiertas con chador pero los bares de Sarajevo son mas concurridos que las mezquitas. Digamos que esta ciudad es tan musulmana como Milan es catolica. El cafe y el futbol van en primera linea.
Otra cosa que me despierta son los ruidos de construccion. Las cicatrices de la ultma guerra todavia estan a la vista. En las calles, el humor es otro. Caras alegres y muchas ganas de vivir. Bares, restaurantes, cafes, heladerias, musica al vivo y mucha gente joven dando la vuelta al perro.
De inseguridad, ni noticias. Salvo un gitano hinchapelotas pidiendo ayuda en ingles para su hermano muerto de hambre, no vi nada inquietante. Vi autos con las puertas abiertas, gente que dejaba sus cosas en la calle sin custodia y ningun aviso de alarma en las calles. Bueno, tal sea solo mi impresion.
Si hay algo de lo que me podria quejar es la comida. El helado es demasiado dulce (el chocolate ya casi parece dulce de leche) y los platos locales no me entusiasman. Al menos el cafe' es bueno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario