domingo, 20 de mayo de 2007

Regreso a McLeod

Mcleod Ganj ya es casi como mi segunda casa. El 12 de mayo volvi' a hospedarme en el monasterio de Tsechokling y festeje' el buen funcionamiento de mi tarjeta de debito con una fiebre consumista. Ya he despachado 15 kg de libros y casi 6 kg de ropa por correo. Prefiero andar mas liviano, asi que todo lo que no me sirve para este viaje va de vuelta a casa.
Visite' nuevamente al medico tibetano y me receto' otros 10 dias de tratamiento. Una vez que termine de consumir esas bolitas de hierbas prensadas con gustos espantosos, solo me queda seguir la dieta en la medida de lo posible. Eso de no poder tomar cafe' y helado no me entusiasma demasiado.
En la libreria tibetana busque' informaciones sobre el yoga de los sueños, un antiguo tipo de meditacion practicado en Tibet antes de la introduccion del budismo. Siempre he sido bastante vago para esas disciplinas, asi que la idea de meditar en sueños, sin guias y sin moverme de la cama, me resulta sumamente interesante. Y al parecer esta' hecha a mi medida. Apenas llego a la libreria me encuentro con un par de libros sobre el tema apilados en la mesa de la secretaria.
Llevarla a cabo no parece muy facil. Cada vez que hago la prueba, termino dormido como un tronco pasados 5 minutos.
Aparte de comer y dormir (o meditar durmiendo), encontre' un trabajo voluntario para ocupar las tardes: dar clases de ingles a refugiados tibetanos. Gente joven que cruzo' los Himalaya de diversas maneras. Unos escaparon cuando un monasterio fue clausurado por el gobierno chino. Caminaban en general de noche, para no ser desubiertos por los soldados chinos. Tardaron unos 26 dias y en la ultima semana casi no tenian que comer. Pero consiguieron llegar a Nepal. Un campesino decidio' dejar Tibet por falta de trabajo. Para un tibetano, es dificil tener acceso a buena educacion y a un trabajo estable. Con el nuevo tren a Lhasa, los nuevos inmigrantes chinos, con mejor educacion y sin restricciones etnicas, son una dura competencia. Campesino pero no tonto, se las arreglo' para llegar en auto hasta la frontera con Nepal burlando los controles oficiales. Ahora espera su pasaporte y mejorar de salud para emigrar a Australia.
Ayer fui a ver "Richard gere is my hero", una pelicula tibetana hecha con dos mangos y con buen sentido del humor. Lo mejor fue ver a la gente riendose cada vez que reconocia lugares o personas de McLeod Ganj.
Y los dias pasan, y sigo sin ganas de ir a Delhi a buscar mi nuevo pasaporte y de tramitar mi nueva visa. Disfruto como crecen mi panza y mi agenda de contactos. Ventajas de compartir la mesa durante cada comida.

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