sábado, 26 de mayo de 2007

Un buen dia

24 de mayo. Ya soy parte del paisaje. Saludo a la gente como si fueran mis vecinos. Un dia me despierto con viento de tormenta, que por suerte no me volo' los lienzos. Salgo del cuarto y meencuentro con un ternero berrando en la puerta de mi habitacion. Esd temprano. Los flacos de purpura se ponen a recitar mantras antes de la hora del desayuno.
En el pueblo como mi plato de tsampa (harina de centeno con manteca y leche), tomo mi taza de te' y me pongo en marcha hacia el templo. Paso por los controles de seguridad para escuchar las enseñanzas del Dalai Lama. Habla en tibetano, asi' que no entiendo un pomo. Me siento a observar a la gente, a los ancianos haciendo girar su rueda de oraciones, a los niños haciendo reverencias, a turistas con sus rosarios (malas) esperando la oportunidad de ver a Su Santidad, y al numeroso grupo de purpurados en viaje de estudios.
Entre el publico veo dos caras conocidas: Celine y Chantal, dos francesas que conoci en la Saharia Amla Farm. Acaban de llegar de Nepal. Viajan con Jose', un luso-frances de voz serena que vino para estudiar yoga y medicina ayurvedica. Arreglamos para vernos despues de almorzar y los dejo porque empieza mi clase de cocina. Finalmente aprendo la tecnica para hacer momos en sopa. Si tuviese una camara, les habria sacado una foto.
Paso el resto de la tarde con mis amigos franceses, hablando de lo que hicimos y de lo que vendra', intercambiando impresiones e informaciones utiles. Chantal me regala un paquete de te' organico y Jose' me dice que mi aura es rosada. Supuestamente es algo bueno.
Al caer la tarde voy a mi clase de conversacion con los estudiantes tibetanos. Len, un californiano que tambien participa como voluntario, se pregunta como encontrar quien les patrocine los estudios a algunos refugiados. Por otro lado, el mismo anda con problemas economicos. Parece como poner el carruaje delante de los bueyes. Pero la intencion es buena.
Al terminar la clase me cruzo con una canadiense. Segundo dia que me la encuentro en el mismo lugar. Le pregunto si me acompaña para cenar. Luz de candelas, aire fresco y luna en cuarto creciente. Nada como terminar bien un buen dia.

2 comentarios:

Mariano G. Yakimavicius dijo...

Estimado amigo, me preocupa un poco lo del "aura rosada". Espero que no se refiera a una tendencia general en su vida. Sobre todo, teniendo en cuenta al ternero que lo espera todas las mañanas de un modo un tanto perseverente al salir.
Un abrazo rosarino.

Mariano

miranitapresumida dijo...

Que' se yo. Con el ofri que me espera en Ladakh, en una de esas se me pone violacea.
Un abrazo,
T