jueves, 31 de mayo de 2007

You may forget Manali but not Vashisht

Mayo llega a su fin y apenas me queda un mes para terminar mi año sabatico. En el autobus de McLeod a Manali, la luna casi llena nos permite vislumbrar los valles y montañas, circulos de fuego y otras hogueras en sus laderas, a aquel chofer ligeramente beodo en un autobus vacio ya que nadie se animo' a subirse. Despues de haber cargado las mochilas en un autobus, descargado y vuelto a cargar una vez que confirmamos cual de todos los autobuses partia, nos pudimos relajar un poco en nuestros asientos e intentamos dormitar sin mucho exito.
A las seis de la matina llegamos a Manali. El sol ilumina las cumbres nevadas. Ventajas de no viajar solo, mi compañera de viaje saca su guia y sugiere que busquemos hospedaje en Vashisht, una aldea al final del valle de Kullu. Nos subimos a un rickshaw y al llegar encontramos a Chantal con una amiga. Nos separamos nuevamente para buscar cuartos disponibles. Ofertas no faltan. En un hotel atendido por nepaleses conseguimos una buena habitacion con linda vista. Recuperamos horas de sueño y despues de almorzar salimos a caminar por el bosque. Faltaba una copa de vino tinto para acompañar el paiaje, pero no se puede tener todo en la vida.
En Manali nos dicen que la ruta al Valle de Spiti todavia no esta' totalmente habilitada. Hay que esperar un par de dias. Que asi sea.
En el sendero de vuelta a Vashisht nos encontramos con una pintada: "Puedes olvidarte de Manali pero no de Vashisht". Cenamos comida tailandesa. El cocinero nepales nos dice que aprendio' a cocinar en tres lecciones. Y aprendio' bien.
Hace frio y hay luna llena. En la vieja Manali nos dicen que hay una fiesta, pero con Rebecca preferimos la tranquilidad de la aldea, la amabilidad del camarero de Goa, de unos abogados de Delhi, del gerente del cibercafe' y del resto de la gente que trabaja, vacaciona o vive por aqui.

No hay comentarios: