miércoles, 27 de septiembre de 2006

De la hospitalidad albanesa


En Italia los albaneses no tinen la mejor fama: si hay problemas con drogas, asesinatos o prostitucion, no es dificil que un albanes aparezca involucrado. Parece que a los mas violentos del pais los invitaron a emigrar a Italia.
Me lo habian dicho: en Albania las cosas son diferentes. La gente mas tranquila quedo' de este lado. Son simpaticos y amigables. Cuando necesito direcciones, se toman su tiempo para explicarme como ir. Me dicen que pase a tomar un cafe' cuando tenga tiempo y no es dificil encontrar con quien hablar. Italia ha sido la referencia cultural y el principal contacto con el resto del mundo, asi que mucha gente habla italiano.
En cuanto a mis anfitriones, no me alcanza el espacio para agradecerles el trato. Me hacen sentir verdaderamente como en casa. Keti es muy atenta y cocina como los dioses. Leke es la persona ideal para hablar sobre politica local, sobre literatura latinoamericana o sobre los origenes de la lengua albanesa y del nombre de este pais. Es como hablar con una enciclopedia viviente.

En el pais del aguila bicefala.


25 de septiembre. Sigo camino al sur. A la tarde no hay micros a Albania desde Ulcinj (o Ulqin, en albanes). Me dicen que hay un furgon hasta Shkoder (Scutari, en italiano) que sale a las 14 horas pero luego me informan que el conductor esta' enfermo y que no ha salido de Tirana. La otra posibilidad es tomarme un colectivo al menos hasta la frontera a las 15:15. Bien, me da tiempo para almorzar tranquilamente. No hay mucho mas para hacer en esta ciudad.
El micro me deja a 5 minutos a pie de la frontera. Por suerte es un lindo dia.
En la aduana montenegrina me preguntan adonde voy. Respuesta: a Tirana. El oficial montenegrino se tapa la cara con la mano como diciendo que estoy loco.
- Pero despues va usted a Grecia?
- Si
- Y a Turquia tal vez?
- Si
- Ah!!!! - respiro' aliviado.

En la frontera albanesa apenas me hicieron pagar 10 euros y me preguntaron cuantos dias me pensaba quedar. Uno de los oficiales hablaba italiano. Segun dijo vivio un tiempo en Roma. Me acompaño' hasta un taxi ya que no habia mas micros hasta Shkoder.
Shkoder, como me habia advertido un australiano, parece bombardeada. Parece que acabo de desembarcar en Nicaragua. En alto se ven las murallas de la vieja fortificacion y el centro la calle principal esta' casi intacta desde que la destruyo' un incendio.
No hay micros hasta Tirana sino furgones, al menos en muy buen estado. El paisaje es bastante interesante, entre areas de cultivo y montañas bajas.
Llego a Tirana a eso de las 18. En un cibercafe' pregunto por la direccion de los padres de Akil, novio de una amiga de teatro y albanes de pura cepa. Tengo el nombre del edificio y el de la calle. No conocen el nombre del edificio pero me dibujan un plano para llegar hasta esa calle. Pregunto de nuevo en otro local pero tampoco lo conocen. Al menos uno de los empleados habla italiano. Vivio' unos 3 años en Rimini. Prueba a llamar. No entiendo nada. El albanes no se parece a ningun idioma que conozca. Al final me dice que me siente a esperar, que el señor con el que hablo' pasara' a buscarme en 10 minutos.
El señor en custion es Leke. Traje gris, sombrero y anteojos. Habla perfectamente italiano y otros idiomas. Estuvo exiliado en Grecia por motivos politicos y habla con voz serena y pausada.
Cuando vi a su mujer, Keti, no pude sino esbozar una sonrisa. Akil tiene la misma cara de su madre.
Foto: Fortaleza de Shkoder

En Budva


Sveti Stefan: vista desde una ventana


Sveti Stefan: la ciudadela




Budva: paseo por los acantilados


Budva: ciudad vieja


23 de septiembre. Sigo en Montenegro, esta vez haciendo playa y no mucho mas. Por 15 euros alquile' un cuarto para todo el fin de semana a pocos metros de la playa y de la ciudad vieja.
Gente simpatica. Vuelvo de la playa y me encuentro un plato de uvas sobre la mesa.
Mangia! Mangia! - me dice la propietaria.
Empezo' el otoño pero la temperatura es casi de verano. Me siento a comer en el zaguan bajo una parra. Por la calle no pasan autos. Apenas pasan algunos turistas de fin de semana y unos chicos jugando. Me podria quedar tranquilamente por un par de semanas.
Por la mañana estuve en la ciudadela de Sveti Stefan, al sur de Budva. Linda ciudad, salvo que cobran entrada. La playa del lado norte es muy tranquila, con unos pocos turistas rusos, un hotel y un bosque de pinos. La playa que le sigue esta' reservada a los huespedes del hotel. Lo que faltaba: una playa privatizada en un ex pais socialista. Bueno, ninguna novedad para quien estuvo en Cuba.
A l noche doy vueltas por la ciudad vieja. Bares con buena musica, con pantalla grande para ver Valencia-Barcelona, una panaderia parangonable a la de Tolhuin y lindas mujeres hablando serbio o ruso. Ok, nada es perfecto.
El museo arqueologico tambien vale la pena.

jueves, 21 de septiembre de 2006

En la bahia de Kotor


Risan (Risano): roseta


Perast (Perasto)



Kotor (Cattaro)


Me fui de Croacia con una imagen todavia peor. Los tipos del micro no querian cargar el equipaje de una turca porque ella decia que no tenia los dos euros que le pedian, que ella solo tenia dolares. Al final alguien le dio algo de cambio en la moneda local. A proposito, en la moneda local era aun mas caro.
Despues el chofer croata aviso' que no se podia ir al bagno hasta llegar a Budva, o sea que el que estaba con ganas se tuvo que aguantar por unas tres horas. Todo eso porque el micro estaba atrasado. Por suerte yo me baje' antes, apenas estrene' mi pasaporte con el sello del receintemente independizado Montenegro.
Boka Kotorska es una bahia fantastica: un mar transparente rodeado de montagnas y un rosario de pueblitos, iglesias y monasterios veneciano-bizantinos. Vigilando la bahia se encuentra la fortaleza de Kotor (Cattaro para los italianos), reconstruida con ayuda estadounidense. Tal vez se sintieron en culpa por haber bombardeado el pais.
Alquilo una casita a 50 metros de la playa un poco lejos del centro, donde las campanadas de las iglesias no pueden despertarme. La propietaria me invita un cafe' y su padre carga mis cosas. No puedo quejarme. Son amables y bien predispuestos. Me saludan apenas me ven, me llaman por mi nombre, sonrien siempre. En cuanto a la seguridad, las puertas de las casas permanecen abiertas.
Mas aun, el paisaje es mas encantador que en Ragusa, casi no hay turistas y por lo tanto todo cuesta mucho menos. Durante el dia hace calor como para meterse al mar y a la noche refresca como para dormir tapado y escuchando a los grillos.
Defectos? Hay mosquitos, pero por suerte me dejaron dormir.

Diluvio en Ragusa



18 de septiembre. Dubrovnik (Ragusa para los italianos) es un infierno. Hay tantos turistas que parece Venecia. Que es linda, es linda, pero tampoco exageremos. Los croatas, con su usual simpatia, te sacan a patadas si das muchas vueltas sin comprarles nada. Con los turistas parece que se les subieron los humos. Por suerte la familia que me hospeda es bastante amable.
El tiempo no ayuda demasiado. Apenas llegue' a la terminal se cayo' el cielo. Un aguacero digno de los tropicos.
A la tarde la cosa no mejora. Estaba dando una vuelta por la ciudad vieja y levanto la vista: sone'... El cielo pinta negro y un par de truenos anuncian que es la hora de buscar refugio.
Bien. Hay una especie de puente en una callecita angosta que parece un buen refugio. No hago a tiempo de encontrar nada mejor, tipo un bar o una iglesia. Llueve, y el agua convierte a las escalinatas de piedra en cascadas naturales. Apenas para un poco, empiezo a bajar pero no hago a tiempo de secarme los pantalones. A los 3 minutos se larga otra vez. Por lo menos esa vez consigo ponerme bajo la sombrilla de un bar. No estoy solo. Hay gente comiendo tranquilamente sus platos de mariscos mientras vuelve a caer un torrente de agua por las escalinatas....

Domingo en Mostar


17 de septiembre. Domingo es un dia para comer pasta y ese es mi objetivo primario: encontrar un restaurante italiano en Mostar. Despues de comer bien, mi humor se incrementa exponencialmente: tortelloni de espinacas, una copa de tinto (siempre ayuda), y el infaltable pocillo de cafe. Mision cumplida. Me queda la tarde libre para pasear por la ciudad, lejos del centro historico y de los micros que descargan turistas sobre el famoso puente hecho a nuevo.
Llovizna. Paso por una libreria y encuentro un buen libro. Lastima que mi tarjeta de credito excedio' el limite mensual.
En la casa de la familia que me hospeda encuentro a la segnora preparando pita, una especie de arrollado de hojaldre relleno de carne y ricota. Iba a salir enseguida, pero no podia irme sin probarla. Mas cuando la segnora me ofrece una porcion abundante acompaniada de yogurt. Eso si que es hospitalidad...

viernes, 15 de septiembre de 2006

En Sarajevo


15 de septiembre. A las 5 y media de la matina me despierta las llamadas desde un minarete vecino. Hora de rezar. Al menos el tipo tiene buena voz.
Es cierto que se ven bastantes mujeres cubiertas con chador pero los bares de Sarajevo son mas concurridos que las mezquitas. Digamos que esta ciudad es tan musulmana como Milan es catolica. El cafe y el futbol van en primera linea.
Otra cosa que me despierta son los ruidos de construccion. Las cicatrices de la ultma guerra todavia estan a la vista. En las calles, el humor es otro. Caras alegres y muchas ganas de vivir. Bares, restaurantes, cafes, heladerias, musica al vivo y mucha gente joven dando la vuelta al perro.
De inseguridad, ni noticias. Salvo un gitano hinchapelotas pidiendo ayuda en ingles para su hermano muerto de hambre, no vi nada inquietante. Vi autos con las puertas abiertas, gente que dejaba sus cosas en la calle sin custodia y ningun aviso de alarma en las calles. Bueno, tal sea solo mi impresion.
Si hay algo de lo que me podria quejar es la comida. El helado es demasiado dulce (el chocolate ya casi parece dulce de leche) y los platos locales no me entusiasman. Al menos el cafe' es bueno.

miércoles, 13 de septiembre de 2006

Descanso en Italia

Viajar cansa, así que volver a Milán fue como tomarme vacaciones de las vacaciones. No tuve que levantarme temprano para ir a ninguna estación, dormí más de cuatro noches en la misma cama, no visité ningűn museo, fui tres veces al cine, comí en casa, acompańé a una amiga a hacer compras, fui a una fiesta de cumpleańos, no tuve que comunicarme en ninguna lengua extranjera, no tuve que cambiar dinero, y me reencontré con amigos y colegas de trabajo. Es más. Se me ocurrió pasar por la oficina y terminë trabajando un par de días, aunque apenas a la tarde. Tampoco hay que exagerar.
Prolongué mi estadía en Milán y hasta estuve a punto de aceptar una invitación para ir a Roma con una amiga. Pero bueno, al final me decicí a partir para iniciar otra fase de este ańo sabático. La idea es llegar a Grecia a fines de Septiembre. Este lunes llegué a Ljubljana y mańana a la noche me tomo un micro hacia el sur. Evito buena parte de la ultraturística costa croata yendo por el interior, entre los valles y montańas de Bosnia. Vamos a ver cómo reconstruyeron a Sarajevo.

jueves, 7 de septiembre de 2006

Olvidando la cabeza


4 de septiembre. Voy a Italia a buscar mi nuevo pasaporte y para saludar a los amigos. Al menos ese era el plan. De Ljubljana hasta Nova Gorica no hay más que un centenar de kilómetros pero los micros tardan casi tres horas en llegar. Llego al mediodia al puesto de frontera con Italia. Pequeño detalle: me olvido la carta d’identità. Otras tres horas para volver a Ljubljana….

lunes, 4 de septiembre de 2006

Ven sube a la montańa...

Foto 1: En la cima de Razor, con Gabriel
Foto 2: En el P.N. Triglav
Foto 3: Atardecer camino a Bivak IV

1 de septiembre. Piotr, un polaco amigo de Gabriel, nos invitó a ir a la montańa a subir a dos montańas vecinas al Triglav: Skrlatica y Razor. El tiempo fue excelente pero apenas conseguimos subir a Razor. El domingo estabamos demasiado cansados para subir al Skrlatica y bajar en el mismo día. Ya pronunciar los nombres de estas montańas me hace doler las piernas...
La montańa en parte implica sufrimiento: horas de caminata a la interperie, tropezones, resbalones, refugios con gente que ronca (como Piotr), apesta o hace alboroto cuando uno intenta dormir, mala comida (digamos que no llevamos ni milanesas ni tortellini) y para colmo mis compańeros de caminata se llevan como la mona. Que uno decide no esperarnos para subir, el otro se enoja porque el primero cree saberlo todo o interrumpe conversaciones con terceros sin ser llamado, o no comparte la comida o piensa caminar 10 horas por día en vez de 5 sin avisarle al resto. En todo caso, uno disfruta de la mejor parte de la montańa: volver a la ciudad y comer como si fuera la última vez.

viernes, 1 de septiembre de 2006

Huyendo de Zagreb

Foto 1: Catedral de Zagreb
Foto 2: Heladeria en Budapest
Foto 3: Parlamento hungaro

29 de agosto. Me canse' de viajar. Para colmo en Zagreb no me recibieron muy bien. En el hostel mejor considerado de la ciudad el propietario estaba cruzado. Tal vez porque le pedi' para ver el cuarto antes de pagar (al parecer algo inusual por estos lares), el tipo me dijo que diera vueltas por la ciudad a ver si conseguia un lugar mejor, o que avisara con antecedencia. Me pidio' gentilmente que me fuera. Le pregunte' cual era el problema y apenas me respondio' que el era el propietario, que el suyo fue considerado el mejor hostel de Zagreb en el 2005 y que podia decidir a quien alquilarle un cuarto. Buena hospitalidad hacia el ciudadano de un pais que recibio' a tantos inmigrantes croatas.
Di unas vueltas por la ciudad (muy linda, por lo demas) y a la tarde me tome' un tren a Ljubljana. Apenas me subo al tren recibo un sms de una amiga de Zagreb que antes nome habia respondido, preguntandome si estaba por el centro. Demasiado tarde....
Avise' a Gabriel que le caia en la casa y me recibio' con una buena pizza casera. No hay nada como la hospitalidad de los amigos.