lunes, 29 de enero de 2007

De Lido Key a Naples


23 de enero. Nos tomamos unas vacaciones de las vacaciones, como para relajarnos un poco despues de la maratón por los parques de Orlando. Conseguimos un departamentito a pocos metros de la playa en Lido Key. A esta altura del año se ven solamente jubilados de buen pasar jugando majong y escuchando "Don't worry, be happy" con algún trago en la mano.
El mar es turquesa y se nota aun cuando está nublado y fresco. O lluvioso. Digamos que no nos tocó el mejor tiempo. Apenas metimos los pies en el mar y caminamos un poco por la playa. Bueno, las playas contemplativas tienen su encanto, sobre todo si son extensas y la arena es blancuzca y fina.
Naples es deslumbrante. Mansiones de película, barcitos y restaurantes pintorescos, el césped cortado a la perfección, el primer capuccino decente que he probado en este país y precios no tan decentes. Por ejemplo, no es un lugar que recomendaría para comprar cuadros. Parece un buen lugar para trabajar de jardinero (o como profesor de golf) y para engancharse con una viuda rica. Lástima que no tengo tanta paciencia para esas cosas.

Planeta Disney


20 de enero. Confieso que nunca antes me habia subido a una montaña rusa. Mi pierna derecha se me acalambró por el miedo de salir despedido y terminar estampado contra un caño. Al final no fue tan mal. Para estar seguro, nos subimos a otras tres montañas rusas y al ascensor en caida libre de Twilight Zone. Los otros pasajeros fueron mi cuñado (sin perder la compostura), mi hermana (la de los alaridos) y mi sobrinita (la que se escondía bajo su capucha).
Los espectáculos en 3D me parecieron sensacionales. Muy buenos los simuladores de vuelos y el de una misión espacial a Marte.
Antes de ir a Animal Kingdom le pregunté a mi hermana si había algún riesgo de terminar empapado. Me dijo que no, para nada. Adivinen quién fue el unico que terminó bañado por una ola. Y para colmo no hacia calor.
La comida en los parques fue muy buena. No hay nada como unos buenos sandwiches preparados en casa. El caffelatte de Starbucks no me cayó para nada bien. Tal vez porque los juegos me marearon un poco, tal vez porque no me gusta como lo preparan.
Alquilamos una casita en un condominio. Difícil de llegar pero valió la pena. Silenciosa, muy espaciosa, bien equipada: cocina, sala de estar, tres cuartos, tres baños. Buen precio (detalle importante).
Con respecto al público: un mar de brasileños, bastantes hispanos y unos cuantos hipopótamos. Y no sólo en Animal Kingdom.
Buena experiencia sobre todo porque estuve con parte de mi familia. Tuve que contarle un cuento a mi sobrinita para hacerla dormir tranquila. Las primeras noches tuvo miedo de soñar con dinosaurios, extraterrestres y monstruos varios y terminó metiéndose con escalofríos en la cama de sus padres.
Volvería? Mmmmm... no lo creo. La pasé muy bien, pero me basta una vez en la vida.

miércoles, 24 de enero de 2007

Por el Caribe

8 de enero. Intento explicarle a mi sobrino por donde vamos a ir y le cuento algunos datos historicos sobre el Caribe.
-Tio, podrias dejar de pensar por un minuto y relajarte?
Desisto.
Mis sobrinos recorren el crucero de popa a proa en todos sus niveles.
Las mujeres se enganchan donde oyen un poco de musica y ruido. Otros leen y miran el mar. Otros se pierden por el barco mientras alguno los busca infructuosamente. Al final los perdidos se encuentran con los que leen y miran el mar. Quien los buscaba infructuosamente llega mas tarde y no se los cruza. Al final nos encontramos todos para cenar y festejar el cumpleanos de mi hermana mayor,la mentora, organizadora, promotora, etc, del crucero.

11 de enero. Bajar en cada puerto para volver a subir despues de unas horas no es mi ideal para un viaje. Por otro lado, debe ser la manera mas tranquila y tal vez de las mas economicas para visitar varias islas en poco tiempo. Caminar por el malecon de San Juan de Puerto Rico, pasear en una guagua por Saint Thomas con un chofer dominicano y sentarse en una reposera en una playa dominicana alquilada a unos haitianos. Acababa de leer sobre la matanzas de haitianos ordenada por el hombre fuerte de dominicana en 1937. "La Fiesta del Chivo", novela magistral de Vargas Llosa. Nos cuentan que en Dominicana existe una policia especial para proteger a los turistas. Tambien escuchamos que atracaron a un turista.
A la noche disfrutamos los espectaculos de variete' en el anfiteatro. El escenario es el unico lugar donde vemos a varias chicas lindas.

13 de enero. El barco se mueve. Mi sobrinita se descompone, en parte por lo que no deberia haber comido (la consenti' para que coma hamburguesas a la hora del te' cuando la madre no estaba) y en parte por el vaiven de la nave. Por el mal tiempo nos perdemos de bajar a Grand Turk. Mi hermano admira la logistica del crucero: la ausencia de cuellos de botella, la pulcritud de los camareros (mayormente filipinos), su aparente invisibilidad. Todo se limpia, se repara, se ordena y se organiza sin causar ningun disturbio a los pasajeros. Lo que no se come se quema. Nada se tira al mar. Las filas para comer, participar en algun juego o ver algun espectaculo son siempre minimas. Los tiempos muertos son breves. Y no faltan servicios si uno los necesita: reparar la ruedita de una valija, cortarse el pelo (inutil en mi caso), hacer gimnasia, comprar recuerdos, botellas de vodka u objetos de arte.
Tambien aprovechamos otras actividades para nada lucrativas, como jugar una mano de black jack en el casino y ser desplumados sin piedad por una croupier rumana. Al menos pudimos recuperar una parte de la mano de un simpatico romano. Con las mujeres el dinero siempre vuela mas rapido.
La ultima noche presenciamos otra jugada magistral de logistica: ir a la cena disfrazados de romanos, con apenas una toga. Eso nos permite cerrar las valijas y dejar en el camarote apenas la ropa que usamos para desembarcar.

En alta mar

7 de enero. Mi hermana mayor consiguio' su objetivo: unir a toda la familia en un crucero por el Caribe. El barco es italiano, asi' que damos por hecho que la comida sera' muy buena. En la fila para subir notamos que el promedio de edad de los pasajeros ronda los 60. Nos recuerda un poco a la pelicula "Cocoon". Mi madre intenta sociabilizar con los que estan atras nuestro en la fila, apenas descubre que son italianos. Le recomendamos que mantenga la distancia. El tipo con el que habla apesta.
Embarcamos.
Mi padre se emociona recordando su primer crucero por alta mar en tiempos inmemoriables: los pasajeros separados en tres clases, las despedidas de los parientes llorando en el puerto de Genova, el te' servido en vajilla de porcelana y la larga travesia entre Dakar y Santos. Ahora hay solamente una clase y apenas nos diferencia si el camarote tiene vista al mar o no. No todo tiempo pasado fue mejor, pero eso no nos quita la nostalgia.
Almorzamos, zarpamos, tomamos el te, nos cambiamos para la cena de gala. Festejamos el cumpleanos de mi sobrina con una buena torta. Comer, leer, dormir, estar en familia mientras atravesamos las Bahamas.

domingo, 7 de enero de 2007

Salí a comer

Al final esto de hacer de tío consume más tiempo del previsto. No me he puesto a planificar el resto de mi año sabático, ni a escribir en mi diario, en este blog o en otro cuaderno que tengo. No he leído tanto como quisiera. No he recorrido ni la Florida, ni Miami ni siquiera Aventura. Tampoco me quejo, salvo por las tediosas visitas a centros comerciales con varias integrantes de mi familia.
Durante la próxima semana estaré dando vueltas por el Caribe con mi familia.
No esperen nuevos comentarios hasta el 14 de enero.

martes, 2 de enero de 2007

Despidiendo al 2006

31 de diciembre. Alessia termina de preparar su tercera torta mientras mi madre pone la casa en orden. Mi hermano llega del hipermercado con carré de cerdo, langostinos, salmón ahumado, arenque, queso, salsas y ensaladas varias. Los otros chicos juegan con la computadora en algún rincón de la casa. Papá lee en la cocina. Mi hermana mayor y su pareja, Jorge, buscan lugar para sus cosas. Mamá intenta mantener el orden y la limpieza que supimos conseguir. Cebo los últimos mates y enciendo el horno. Mi otra hermana termina de preparar la merienda para los chicos. Poco después empezarán las filas para la ducha. Cada comensal debe estrenar algo: un par de zapatos, una camisa, una blusa o al menos un par de medias. Jorge combina los colores del antipasto. Con ayuda de todos, la mesa está servida. Por primera vez en años, la familia está reunida para la nochevieja. Brindamos por eso y por algo más, y empezamos a comer. Después de cenar salimos a dar una vuelta por Miami Beach.
Empezamos el 2007 cruzando un puente. No sé si tiene algún significado.
Los chicos saludan a todo el mundo con sus happynewyear y canciones natalicias. Jorge les dice que es mejor que estudien mucho, porque como cantantes no tienen futuro. Miami no parece muy animada salvo en South Miami Beach. Allí se ven chicas con vestidos muy cortos y piernas muy largas, gente disfrazada a propósito y gente que tal vez se viste así por costumbre, y gente simpática que nos saluda desde el auto, desde la calle, desde los balcones.
Durante el regreso a casa los dos más chicos duermen. Jorge sigue bromeando que se ha muerto Fidel, aunque tú no lo sabes. Al llegar a casa entramos en la página de noticias para ver si tan sólo era una broma.