sábado, 17 de enero de 2009

Eyeless in Gaza



“De ser verdad que existe una inteligencia superior que maneja los hilos, que sepa que cuenta con mi antipatía”
Ana Cuevas

El 2009 estrenó los titulares con los bombardeos israelíes en la franja de Gaza. Puedo hacer una lectura sombría de las implicaciones de este bombardeo más allá del eterno conflicto entre israelíes y palestinos. Vale aclarar mi posición: no soy ni israelí ni palestino, no hablo ni árabe ni hebreo, y no he visitado nunca esa tierra ni tengo vínculos económicos o afectivos con ninguna de las partes.
Pero no me interesa tanto hablar del conflicto en sí sino apenas hacer un par de reflexiones sobre la democracia.
En primer lugar, porque el conflicto de Gaza se trataría de un conflicto bélico entre dos democracias, lo que haría saltar por los aires la tesis de que las democracias no se hacen la guerra entre ellas.
Por lo que entiendo, Israel es un Estado democrático, con elecciones libres, una economía de mercado desarrollada, una comunidad científica y cultural notable y un índice de desarrollo humano que lo colocaba, según el informe del PNUD para 2005, apenas por debajo de Alemania.
Por otro lado, Palestina también es una democracia cuyo mayor grupo con representación en el consejo legislativo es Hamás. En cuanto a nivel de desarrollo humano, en 2005 los territorios palestinos se encontraban en el puesto 106, justo por debajo de Vietnam.
Es esperable que en la prensa europea las voces se inclinen en favor de los más débiles. Visto que por cada baja israelí hay 100 muertos palestinos (sin considerar que aproximadamente la mitad de las bajas israelíes fueron causadas por fuego “amigo”), no resulta difícil saber quién lleva las de perder.
Sin embargo, la opinión pública no parece tener eco en las decisiones gubernamentales de las democracias desarrolladas. El gobierno español presidido por el socialista de Zapatero, que pretende diferenciarse de la postura pro-militarista en Medio Oriente de su predecesor, le pide a Israel que cese el fuego a la vez que le ha vendido armas.
Del otro lado del Atlántico las cosas no van mejor. El gobierno saliente de Bush apoya a Israel mientras que Obama evita pronunciarse por no ser todavía el presidente al mando, pese a que sí lo hizo respecto a otros temas como las ayudas al sector automotriz.
Por más que haya mayorías que votan a favor de la paz, los gobernantes que llegan al poder prometiéndola mantienen la línea de sus predecesores.
También es cierto que Israel y Palestina son dos democracias bastante particulares. La primera es una democracia basada en una identidad cultural y religiosa, lo que en principio no tiene nada de malo salvo que dicha identidad puede terminar atentando contra la propia base democrática al denegarle igualdad de derechos a los no judíos. A su vez, Palestina es un Estado democrático asentado en territorios fragmentados y ocupados cuyos accesos a las fuentes de agua y sus comunicaciones son en buena medida controlados por Israel, quien no les facilita mucho la vida. Sobre esta base, cómo es posible que en ambos Estados pueda florecer la cultura democrática?
Hamás, considerado un grupo terrorista tanto por Israel como por Estados Unidos y la Unión Europea, hace más daño que bien a Palestina pero ha llegado por medios democráticos. Tampoco es una novedad que las democracias pueden suicidarse, como sucedió en la República de Weimar.
Ahora bien, lo ataques israelíes que en teoría buscan apenas su legítima defensa y se caracterizan por lo que el filósofo Bernard-Henri Lévy califica como "enorme moderación", contribuirán más a que los niños palestinos se conviertan en un Edward Said o a que toquen en la orquesta del genial Daniel Barenboim o a que sean ciegos militantes de Hamás?
Apuesto 100 a 1 a que triunfarán los últimos, para alegría de los halcones israelíes que de esta manera tendrán motivos para mantenerse en el poder y seguir con sus absurdas políticas.
Como sostiene Avika Eldar: “Hamas es parte intrínseca del sistema democrático en Palestina y la única vía para apartarlo del poder es la misma por la que llegó a él: las urnas; no las balas." Ahora, para que un partido de verdadero espíritu democrático llegue al poder en Palestina, en lugar de un grupo armado, deben darse las condiciones para que la democracia pueda florecer. Y casi nadie, ni en Palestina, ni en Israel, ni en la comunidad internacional, le da de comer a la paloma de la paz.

Foto: Detalle de la Basilica di Santa Maria in Porto, Ravenna.

domingo, 11 de enero de 2009

Ferrara


Tras un paseo corto entre Ravenna, San Marino y Rímini, me encontré con mi querda amiga Paola en Ferrara, una capital de provincia de origen post-romano. Su casco histórico es el castrum bizantino, prisión y avanzada militar para controlar uno de los brazos del Po. Sin embargo, su época dorada llegó siete siglos más tarde de la mano de la reinante casa estense.
El castillo de Ferrara tiene un par de particularidades bastante notables. En primer lugar, fue construido para defenderse... de los propios ferrarenses, que se revoltaron contra los excesos de los gobernantes locales. Un buen caso de ciudadania activa y de gobierno con mano de hierro.
En segundo lugar, por su sistema de exclusas que servían para controlar y tasar el comercio fluvial.
Por suerte para la ciudad, con el paso de las generaciones la familia D'Este fue refinándose en los modos y en el estilo de vida, y pasó a competir con los otros Estados italianos por el mecenazgo del arte y del buen vivir. El palazzo Schifanoia, cuyo nombre proviene de "ahuyentar el tedio", mantiene buena parte de sus frescos de fines del trecento y comienzos del quattrocento, casi comparables con una capilla sixtina en versión señorial, con motivos zodiacales repletos de simbolismo.
Pese al frío de órdago, Ferrara nos dio la impresión de ser una ciudad muy vivible, con su tamaño humano, su gente cordialísima, sus calles encantadoras y llenas de vida.
Dos días resultaron ser pocos. Además del castillo y del Schifanoia, vimos la muestra de Turner, a quien la niebla y la luminosidad fueron poco a poco cobrando mayor presencia en sus paisajes, y al cine a ver L'Ospite Inatteso (The Visitor), una encantadora historia mínima sobre un profesor universitario que cambia tras el encuentro con una pareja de inmigrantes ilegales.
Y sigo con la camareras. La última noche en Ferrara cenamos en la Trattoria Noemi. La moza que nos atendió, con la habitual simpatía local, tenía un aire que me hacía acordar a mi ex novia favorita.

sábado, 10 de enero de 2009

La antigua república


Extraño caso el de una pequeña y antigua república que en teoría se mantiene independiente y orgullosa sobre una colina fortificada. San Marino es un buen paseo de un día, para disfrutar de su amplia vista, visitar las torres medievales y su museo de armas, evitar patinar por las calles nevadas, sacar fotos y comer mirando hacia el Adriático, allá abajo y en la lontananza.
Hasta aproveché para comprar una moneda, no de las nuevas que sacan periódicamente para los coleccionistas sino una de los años '30, con el año fascista para recordar que no ha podido escapar a la suerte del resto de Italia.

viernes, 9 de enero de 2009

Mosaicos


Acompañé a Gabriel a comprar repuestos para su ahora destartalado Fiat Uno y me fui de Eslovenia deseándole buena suerte con sus trabajos de mecánica. Decidí cambiar de año en Romagna, haciendo un poco de turismo en solitario.
Nunca había estado en Ravenna, pequeña ex capital de Italia tras el saqueo y caída de Roma, con sus mosaicos bizantinos del siglo VI en San Vitale, Sant'Apollinare, en un patio descubierto no hace más de 15 años y en un par de baptisterios. Un viaje a la época de Justiniano, Teodora y Belisario.
Lo primero que hice en Ravenna fue hospedarme en un hotel central, disfrutar de la simpatía y cordialidad de la gente, ducharme y buscar un buen lugar para cenar guiado por el puro instinto. Di con un restaurante a tono con mi humor, bien decorado, una pizca de jazz, ravioli di zucca, tabla de quesos, un tinto de la zona y una camarera muy guapa. No necesitaba nada más para sentirme a gusto.

jueves, 8 de enero de 2009

Asado en la nieve


Las perspectivas de pasar un domingo en casa o en el centro de Ljubljana no eran muy alentadoras. Por suerte Piotr se descolgó con una invitación a un asado en plena montaña, así que pasó a buscarnos con el coche, cargamos las mochilas con carne, la parrilla, bebidas y aderezos, y salimos temprano para la montaña. Es cierto que 10 grados bajo cero no es la temperatura ideal para hacer un asado al aire libre, pero al menos estaba algo soleado, no nevaba, y una caminata por el bosque nevado siempre tiene su encanto.
Lograr que la leña prendiese no fue tan difícil, con ramas caídas y troncos viejos. La nieve se iba derritiendo de a poco y el fuego iba poco a poco creando un hoyo en la nieve.
Compartimos un poco de vino tinto demasiado frío con una pareja de caminantes, con carne asada, pan con queso y té azucarado. Cubrimos el hoyo del asado con nieve, caminamos hasta una cabaña cerrada y bajamos atravesando el bosque fuera del sendero. Algo nos decía que Piotr le había errado al camino, pero se podía ver cómo llegar sin muchos problemas, salvo por los arañazos de las ramas de pino cada vez que rodábamos cuesta abajo.

lunes, 5 de enero de 2009

Coincidencias bizarras


Sin auto, Ljubljana se convierte en una ciudad bastante pacata. Aun asi, las luces de Navidad en forma de planetas y espermatozoides, los puestitos de venta en el centro historico, una banda de fanfarria y la venta de vin brule consigue agrupar un poco de gente y darle un poco de movimiento a esta minuscula capital.
En uno de los bares paquetes de la ciudad, el Zvezda, me encuentro con Carol, una profesora de yoga y de teatro que no veia hace tiempo. Ya es bizarro encontrarmela en una ciudad como Ljubljana, y mas bizarro descubrir quien era su amiga.
Carol me dijo que iba a pasar las fiestas con una amiga en Eslovenia, un lugar poco concurrido en esta epoca salvo como base para ir a esquiar. Y Carol no esquia ni es amiga del frio.
Suponia que su amiga era eslovena, pero luego entendi que no era probable. No conozco ninguna eslovena llamada Monique. Carol me dijo que su amiga vive en Londres, que estaba terminando un doctorado, y que habian estado juntas en la India. Atando cabos, me acorde de haber conocido una chica de nombre frances en Londres que estudiaba algo similar y que habia estado en la India. Cuando la veo en el Zvezda, su cara me resulta familiar. Le digo que conoci una chica de nombre frances en Londres que estudiaba en politicas de desarrollo o algo asi. Me dice que ella estudiaba algo asi. Pero le digo que la chica que conoci en Londres creo que se llamaba Veronique.
Casualmente, algunos amigos confunden su nombre con Veronique, Y por casualidad no era amiga de Carol y de Adam? Por casualdad, nos habiamos conocido unos seis meses antes en Londres. Creo que encontrar gente conocida en diversas partes del mundo es una de mis especialidades.
Lo que no sabia es que su padrastro es esloveno y que su madre vive y trabaja en Ljubljana. No creo que haya mas que un centenar de extranjeros no balcanicos trabajando en esa ciudad.
Terminamos cenando los tres en un buen restaurante del centro. Al principio nos dijeron que tenias todas las mesas reservadas. Monique insitio y nos concedieron una mesa. Finalmente, apenas dos mesas se ocuparon. Al parecer en este pais tienen un extrano concepto de las reservas.
Eslovenia es un buen pais para comer, ya que sus cercanias con Italia, Hungria, Austria y los Balcanes ha dotado al pais de diversas tradiciones culinarias: los struklji (una pasta que parece fritelle di formaggio), pasta al tartuffo, cafe y helados de estilo italiano, selvaggina, hongos y frutos de bosque, platos mas pesados y centroeuropeos como el gulash, la klobasa o la krvavica, y tortas de estilo hungaro como la gibanica.
En cuanto a vinos, sigo negandome a pagar mas de 10 euros por una botella de vino tinto esloveno, pero puede que sea un puro prejuicio.